Por qué es importante
Los depósitos elevados son una opción popular para almacenar líquidos inflamables y combustibles debido a sus bajos costes iniciales y de mantenimiento a largo plazo. Son de más fácil acceso que los tanques subterráneos, y también requieren mucho menos trabajo de instalación. A menudo se utilizan para almacenar combustibles, petróleo crudo y otros líquidos que pueden ser peligrosos, sobre todo si se almacenan en grandes cantidades.
Según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA), Los departamentos de bomberos de EE.UU. respondieron a una media anual estimada de 301 incendios en tanques de almacenamiento exteriores entre 2007 y 2011. Aunque estos tipos de incendios han disminuido en 76% desde 1980, siguen teniendo el potencial de causar daños materiales, lesiones e incluso la muerte. Estos incendios suelen ser provocados por rayos o equipos industriales, y pueden ser catastróficos, especialmente si no se han cumplido los requisitos estándar del producto.
Qué estamos haciendo
UL Standards & Engagement ha desarrollado varias normas para tanques de almacenamiento de líquidos, una de las cuales es UL 142, la norma para depósitos de acero sobre tierra para líquidos inflamables y combustibles. La Norma cubre los tanques de acero de almacenamiento atmosférico primario, secundario y tipo dique, destinados al almacenamiento de líquidos combustibles e inflamables estables, no corrosivos, con una gravedad específica (spg) no superior a 1,0 en aplicaciones sobre el suelo. Los tanques cubiertos por la Norma pueden fabricarse con diferentes formas (cilíndrica, rectangular, redonda) y con diferentes orientaciones (vertical, horizontal), pero todos deben cumplir los requisitos de construcción, rendimiento y marcado establecidos en esta Norma.
Los requisitos de rendimiento de la norma UL 142 incluyen numerosas pruebas para verificar la integridad de los depósitos, como la prueba de fugas del depósito y la prueba de resistencia hidrostática. Durante la prueba de fugas del depósito, se aplica espuma de jabón y presión de aire dentro del depósito para detectar cualquier fuga. Como alternativa, la prueba también puede realizarse llenando completamente el depósito con agua y aplicando presión hidrostática para comprobar si hay fugas. Del mismo modo, la prueba de resistencia hidrostática se basa en el agua y la presión, pero en esta prueba, la presión se aplica gradualmente en incrementos de 5 psi hasta que se alcanza la presión manométrica de prueba de 25 psi. En cada incremento, la presión se mantiene durante dos minutos, y el depósito no debe mostrar ningún signo de fuga o rotura.
Cómo ayudar
Nuestras normas se elaboran mediante un proceso basado en el consenso, que integra los conocimientos científicos y de ensayo con las aportaciones de los miembros de nuestro Comité Técnico (CT) y las partes interesadas. Los miembros del CT representan una variedad de intereses, incluyendo la industria, el mundo académico, el gobierno, el comercio minorista y la fabricación. Si participa en el diseño, la construcción, la venta o el funcionamiento de depósitos para líquidos inflamables y combustibles, y desea ayudar a mejorar la seguridad en su sector, tómese un momento para saber cómo puede participar.