Los productos falsificados -mercancías o envases que llevan una marca prácticamente idéntica a la registrada por un titular autorizado- constituyen uno de los riesgos mundiales más importantes para los titulares de derechos de propiedad intelectual (Wilson, 2017). Sus efectos pueden perjudicar a los consumidores, a los titulares de derechos y a los gobiernos. Para los consumidores, los productos falsificados pueden suponer riesgos para la salud y la seguridad.
Este documento se centra en la concienciación pública sobre la falsificación y las formas de aumentarla.